Desayuno saludable y energizante

 

No hay nada como un buen desayuno saludable para comenzar tu día y hacerlo más brillante. Pero ya que el tiempo pasa más rápido en la mañana, aquí tienes cuatro recetas deliciosas, fáciles de hacer y de transportar.

Frutas y Yogurt Parfait

Esta es una opción muy saludable y no te da excusas para dejar de desayunar.

Elige un yogur natural o de sabores, añádele frutas y cualquier complemento que quieras. Las frutas de la temporada son más dulces, más saludables y menos caras. Este verano, trata de conseguir melocotones o cerezas, y unas manzanas cuando llegue el otoño.

Smoothie de plátano congelado y mantequilla de maní

El nombre en sí suena delicioso, pero el sabor es aún mejor.

Pon un plátano pelado y congelado, 1 taza de leche de almendras o de soja (ambas se mantienen frescas por más tiempo cuando no son refrigeradas y son ideales para quienes son intolerantes a la lactosa), 2 cucharadas de mantequilla de maní, preferentemente natural, junto con un puñado de cubitos de hielo en una licuadora. Puedes añadirle una cucharada de proteína en polvo con sabor vainilla o chocolate para darle más sabor y un impulso de energía, si quieres. Mezcla durante aproximadamente un minuto hasta que se vuelva un líquido suave y grueso.

Para comerlo como una merienda en la mañana, después de tu entrenamiento o en la oficina, guárdalo en un recipiente herméticamente cerrado y llévalo en tu bolsa de deporte, bolso o maletín. Si estás haciendo esto para recargar tu energía por la tarde, prepáralo con bastante antelación y colócalo en el congelador la noche anterior.

A pesar de que va a estar congelado en la mañana, habrá mucho tiempo para que se descongele antes de disfrutarlo en el almuerzo. ¡Qué gran forma de despertarse en la mañana sabiendo que tienes preparado esta delicia!

Pan con aguacate y huevo

Es rápido, saludable y delicioso.

Todo lo que necesitas es un aguacate, dos rebanadas de pan integral tostado y dos huevos como proteínas. Corta y extiende el aguacate sobre el pan tostado, y ponle encima los dos huevos fritos (enteros o revueltos) y un poco de sal y pimienta.

Colócalos en un recipiente de plástico con tapa y ya tendrás un desayuno saludable que te llenará y te hará empezar bien el día. O júntalos para hacer un sándwich, en vez de eso. Es sabroso, nutritivo y fácil de comer en el camino.